martes, 29 de enero de 2008

DE POEMAS Y DEMÁS...

BESO AZUL…


(Publicado en Ser Poeta.com / Publicar poemas)

Si el beso azul, aquél, que yo te diera...
azul cruzando nuestro Océano...
posándose en tus labios...
de angélica nube se vistiera,
y con el dulce blanco que tan bien se acopla
a las oscuras curvaturas de tus pliegues...
ahora lo sintieras,
apretado en el curvo lienzo de tu boca abierta...
el Amor no crecería por el beso, sino el beso se acreciera por Amor...
que es más que un beso,
aunque de beso alimentar se hiciere...

El beso aquel ¿recuerdas?
¡y tantos otros!
no fueran el bello sabor de tus salivas...
¡que sí la foto en un instante de pantalla,
del Amor que se crece desde hacia el adentro!...
Si el beso aquel...
¡oh madre!
si el beso te quedara...
mi Amor clavado - espina sacra de imágenes sagradas -
en el hondón volcánico de tu derroche
volcánico de amores,
sé que en la rojiza lava un corazón sus penas aliviara,
suavizándose en la espuma de una lengua
que siempre te buscara,
y aquel Amor,
que es ÉSTE,
en ti creciera
sin sombras
y a la luz del bello fuego
que el mío por vos desprende... s i e m p r e . -

jm.

03.09.006

DE POEMAS Y DEMÁS

DE MUSLOS…



(La reunión de los senos anuncia la juntura
de los muslos, haciéndose nalga…)

AYER…

Cuando a tus muslos me arrimo
y tiemblan de amor tus muslos…
ese murmullo que empiezan
en su roce, hablándose,
ensordecido me tienen
tus muslos cuando me hablan…


HOY…

Los verdes de agua marina
contemplan lo que tus muslos fueron…
Ahí abajo están
las curvas que yo no viere,
la mórbida suavidad
de tus preciados dones,
las formas que asomaran
bajo tus ropaje tenues.
Que como un telón sagrado
se abrían en tus andares…
Diosa de muslos breves
hoy sólo te ven los peces…

jm.

(12.08.007 / 0:36)


0H, MUSLOS QUE ASÍ OS MOSTRÁIS… ¡TAN BELLOS!


¿Qué tenéis, muslos oceánicos de Mujer, que mi atracción traéis
hasta la límpida página que ante mí se extiende?... ¿Es la perfecta línea dibujada en curvatura, estética de Arte no por humano ser inventada?... ¿Acaso su morbidez insinuada en el dibujo natural y carnoso de vuestra presencia?... Siempre he sentido vuestra llamada desde la neta oscuridad apenas iluminada por mi fantasía en desbordamiento deseado y, luego, potenciado por la finura de líneas que rompieran el recto trazado de la geometría rectilínea de un Renacimiento que el fértil Barroco desbocado rompiese en rocallas, óvalos, curvaturas “imperfectas”, mas suculentas formas de concavidades humanas, extrahumanas, antihumanas… ¡más siempre humanas en su fondo! que, por su ensimismamiento sobre sí replegado, surrealistas imágenes proyectaran sobre la inconsciente retina de unos ojos ávidos de imágenes en curvatura de dunas y recodos de ríos y suavidad de leves montañas (a veces inmensas cordilleras, luego reducidas a planicies ondulantes de odaliscas geológicas)… ¿montículos, decimos?... Secretas Cuevas de Alí Babá, aún por descubrir, que por ello mismo incitan a su búsqueda en física, carnal, presencia… o a entes productos de la férvida mente del poeta, estilizadas en místico icono que, sin dejar su sensualidad, tan necesaria e imprescindible, fabricara en los recovecos secretos y límpidamente lujuriosos, la ansiada imagen cual bella dama cortesana del XV… y con palabras en espiral, sin citar nunca el ser por su auténtico nombre, evocara la excelsa figura de tales muslos, hambrientamente imaginados y deseados y degustados…

jm.

DE POEMAS Y DEMÁS

POEMA A ROSA, LA QUE PINTABA JARDINES



MADRIGAL

Cubrir los bellos ojos
con la mano que ya me tiene muerto,
cautela fue por cierto,
que ansí doblar pensaste mis enojos.
Pero de tal cautela
harto mayor ha sido el bien que el daño,
que el resplandor extraño
del sol se puede ver mientras se cela.
Así que, aunque pensastes
cubrir vuestra beldad, única, inmensa,
yo os perdono la ofensa,
pues, cubiertos, mejor verlos dejastes.

(Gutierre de Cetina)







Si del mar, Rosa, salieras…
terrosa piel, como aceituna,
(¡que lo es… sí!)
y tu mano elevaras…
pincel tus dedos que lo fueran,
pintura de piel…
pinceles tal tú
no los hubiera…

En el Polifemo hueco de tu mano,
paleta,
ojo abierto al simple dedo…
¡ay, si desde él nos miraras!

Que no sirena, que no cardumen,
peces en manadas,
que sí visión de tanta fosa abisal,
que tú - dichosa - vieras…
y en tu gentil pincel nos lo pintaras…

Hermosa planicie de Universo
(¿acaso Venus deshojada?
del nácar que en un arriba nos dejabas,
habrás, sin tú saberlo, nacido
cuando los mares inmensos
tus, luego ocres, en baile mecieras…
y en ellos la Tierra-Siena-Ocre fuera
tu sello de cierre, a lo bajo,
y plasmado,
nos dejaras?… )

¿Adónde la mano fue y quedóse?
Te ha prendido un veneciano color
que ni es humano,
mas tu bello
Azul Ruiz Picasso Azul,
oh andaluza plena de macetas,
en tu ojo-Polifemo, gongorino de norias,
meciéndote quedóse…

¿Dónde, dime… dónde
tanto color tu aceitunada mano
arrancase?
¿Naciste entre olivares y playas,
en maridaje ayuntadas, cuando
la inmensa luna agitanada de Lorca
alumbrase, entre nubes de tiniebla,
tus gongorinos dedos,
lujosamente finos de oro anillos,
como tus ancestrales vinos de Córdoba la Vieja,
y aquéllos, tierras y mares,
deslizaran en tus creadores dedos
el perfil detenido
de tus apareadas marcas?

Rosa, Rosa, Rosa…
Sí: tienes nombre de “Jardín”;
y todo se muda - nada es inmutable -
en esplendor estallido de flores,
¡tus colores, Rosa entre las rosas…!

Búscame un visado para dormir (“muerte”…) en tu Venecia
y embarcarme entre colores del Veronés, Tiziano, Tintorero,Giorgione,
Tiépolo, Bellini y Canaleto…
Embarcaciones que tiñen de tanto azul, o siena,
como tú “robas” en tus cuadros,
trayendo aires del eterno gran Renacimiento:
“Bomarzo” (perdona la insolencia de mi cita literaria,
mas tira mucho de mí la Letra en que fui criado)
asoma cientos y cientos de páginas
que colores son
y distribución de masas acumuladas
de escrita Palabra paladeada…

¡Y es que llevas tanto mundo en tus venas
ítalo-andaluzas…
que te salen las colgadas macetas de tu tierra
sobre encalados patios, que nos velas
para adormecer los fuertes colores
de tu Córdoba, tan bella, y natal
y no tanta luz nos deslumbre!
¡Quién en ella se adurmiera!
¡“Mourir d’amour” es tan poco!
Mas ¡quién durmiera-muriera-soñando,
en mayo, entre jazmines-jardines…
¡y en Córdoba!...

jm.-

(11.05.2007 00:49 hrs.)