martes, 29 de enero de 2008

DE POEMAS Y DEMÁS

POEMA A ROSA, LA QUE PINTABA JARDINES



MADRIGAL

Cubrir los bellos ojos
con la mano que ya me tiene muerto,
cautela fue por cierto,
que ansí doblar pensaste mis enojos.
Pero de tal cautela
harto mayor ha sido el bien que el daño,
que el resplandor extraño
del sol se puede ver mientras se cela.
Así que, aunque pensastes
cubrir vuestra beldad, única, inmensa,
yo os perdono la ofensa,
pues, cubiertos, mejor verlos dejastes.

(Gutierre de Cetina)







Si del mar, Rosa, salieras…
terrosa piel, como aceituna,
(¡que lo es… sí!)
y tu mano elevaras…
pincel tus dedos que lo fueran,
pintura de piel…
pinceles tal tú
no los hubiera…

En el Polifemo hueco de tu mano,
paleta,
ojo abierto al simple dedo…
¡ay, si desde él nos miraras!

Que no sirena, que no cardumen,
peces en manadas,
que sí visión de tanta fosa abisal,
que tú - dichosa - vieras…
y en tu gentil pincel nos lo pintaras…

Hermosa planicie de Universo
(¿acaso Venus deshojada?
del nácar que en un arriba nos dejabas,
habrás, sin tú saberlo, nacido
cuando los mares inmensos
tus, luego ocres, en baile mecieras…
y en ellos la Tierra-Siena-Ocre fuera
tu sello de cierre, a lo bajo,
y plasmado,
nos dejaras?… )

¿Adónde la mano fue y quedóse?
Te ha prendido un veneciano color
que ni es humano,
mas tu bello
Azul Ruiz Picasso Azul,
oh andaluza plena de macetas,
en tu ojo-Polifemo, gongorino de norias,
meciéndote quedóse…

¿Dónde, dime… dónde
tanto color tu aceitunada mano
arrancase?
¿Naciste entre olivares y playas,
en maridaje ayuntadas, cuando
la inmensa luna agitanada de Lorca
alumbrase, entre nubes de tiniebla,
tus gongorinos dedos,
lujosamente finos de oro anillos,
como tus ancestrales vinos de Córdoba la Vieja,
y aquéllos, tierras y mares,
deslizaran en tus creadores dedos
el perfil detenido
de tus apareadas marcas?

Rosa, Rosa, Rosa…
Sí: tienes nombre de “Jardín”;
y todo se muda - nada es inmutable -
en esplendor estallido de flores,
¡tus colores, Rosa entre las rosas…!

Búscame un visado para dormir (“muerte”…) en tu Venecia
y embarcarme entre colores del Veronés, Tiziano, Tintorero,Giorgione,
Tiépolo, Bellini y Canaleto…
Embarcaciones que tiñen de tanto azul, o siena,
como tú “robas” en tus cuadros,
trayendo aires del eterno gran Renacimiento:
“Bomarzo” (perdona la insolencia de mi cita literaria,
mas tira mucho de mí la Letra en que fui criado)
asoma cientos y cientos de páginas
que colores son
y distribución de masas acumuladas
de escrita Palabra paladeada…

¡Y es que llevas tanto mundo en tus venas
ítalo-andaluzas…
que te salen las colgadas macetas de tu tierra
sobre encalados patios, que nos velas
para adormecer los fuertes colores
de tu Córdoba, tan bella, y natal
y no tanta luz nos deslumbre!
¡Quién en ella se adurmiera!
¡“Mourir d’amour” es tan poco!
Mas ¡quién durmiera-muriera-soñando,
en mayo, entre jazmines-jardines…
¡y en Córdoba!...

jm.-

(11.05.2007 00:49 hrs.)

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