jueves, 21 de febrero de 2008

DE POEMAS Y DEMÁS...

ASÍ COMO LOS PÁJAROS

POEMA PROMESA
Así como los pájaros destilan unos trinos,
y estallan las corolas en redondas pomas de ungüentos…
así como las altas hierbas ramean en celaje
tu chorreante cuerpo rumoroso,
y ocultan las nubes celosas la lágrima brillante de la noche…
así como los troncos se trepan a las copas,
y el líquido espumoso del Olimpo escancia Ida
en tanto, de oro, vaso…

Así, racimos de uvas aplastadas,
mis dedos se escurren por tus venas
pasando esa piel de abrazada fruta ofrecida…
así repasan crepitando tu carne oscura
que en grito gozoso palidece
hasta perder memoria del color que antes tuviste…
así mis ojos,
lejanos puntos de luz que has dilatado,
faros son para orientar mi cuerpo balanceante
al firme acantilado de tus curvas
adonde iré arrastrándome en tus venas…
y a las altas redondeces que dibujan tu escultura…
y al valle rumoroso de musgo humedecido,
jugoso guardián de tu horadada abertura,
boca que es de otros labios plegados que se abren,
donde es todo grito canción andante briosso ma non troppo,
y donde palpita la primera y última palabra
que abrieron y cerrará luego mis labios…
Amor te llama.
Amor te llamas,
toda tú entera y más en tal tu boca.
Ése es tu nombre.
Por mí creado y recreado…
Lirio de Amor…
Dame tu mano y guía a tu Homero, y Belisario,
ciego yo de luz, de tu amor y hermosura encegado.

11 de julio 2003
17h.00m.-



ATREVIENDO UN COMENTARIO


Hay mucho líquido en el poema. Todo él chorrea. Espuma, zumo, humedad, sangre, fruta, ungüento, lágrima, líquido espumoso de Olimpo, uvas, jugos, boca chorreante, escanciando en vasos, dedos que se escurren… Y parece que los dedos gotean tras su goloso recorrido en repaso… Y luz, amor y hermosura cierran el verso final. Es como si la voz poética envolviera en empapado jugo Amor y Belleza… más bañado aún por hallarse encegado por esa Luz que el Tú poético destila…

Es primero el ambiente, que ya prepara. Pájaros, corolas, hierbas, troncos, copas, nubes, lágrima brillante de la noche, y licor de dioses escanciado. Y un verso anuncia el cuerpo central del Poema: “tu chorreante cuerpo rumoroso”… El juego está servido. “Los pájaros destilan trinos… las corolas estallan en pomas de ungüentos… las altas hierbas ramean tu chorreante cuerpo… ocultan las nubes la lágrima… se trepan los troncos a las “copas”… y el líquido espumoso escancia Ida en vaso de oro… Del doble sentido de la palabra “copas” se pasa suavemente al líquido escanciado…

Pájaros, corolas, hierbas, nubes, troncos, líquido espumoso… son los términos de la comparación que va a establecer con sus dedos en el central contenido del verso. Dedos que, como uvas aplastadas en el lagar, convierten en zumos sabrosos de amor las venas, la piel… fruta ofrecida que se muerde aplastando la carne de ese cuerpo de amor palidecido por la presión de tanta caricia que hace saltar el grito… Manos que palpan tan hondo que traspasan la piel amada… y su huellamordisco dejan…

Y del tacto goloso y chorreante que se escurre entre los melosos dedos que tanta delicia han producido y alcanzado ellos… pasa a la mirada que tanto abarca, buscando el deleite de las pupilas dilatadas ante tanta Belleza expuesta al ojo devorador en un camino que la pupila bien conoce, y por eso orienta su cuerpo en bamboleo… ese movimiento ondulante que no desplaza de su lugar a la persona amante, pero se balancea sobre ese mar encurvado del cuerpo amado. Ahora cobra relieve la geografía somática de ese barro que suspira: “tus curvas…tus venas…las altas redondeces…tu escultura…el valle rumoroso… musgo humedecido, jugoso…” Y luego sigue en otro emparentado apartado…

Es un recorrido que llega hasta un punto final, al que nunca puede osarse alcanzar de inmediato si antes no “se hace camino al andar”… por acantilados “de curvas”, el arrastre de ríos venosos que repasan cientos de miles de veces el más íntimo recodo del cuerpo humano, ese interior aparentemente impenetrable tan bautizado por Aleixandre: …por donde mi voz penetra hasta tus venas tibias, para rodar por ellas en tu escondida sangre, como otra sangre que sonara oscura, que dulcemente oscura te besara por dentro, recorriendo despacio como sonido puro ese cuerpo, que ahora resuena mío, mío poblado de mis voces profundas…oh resonado cuerpo de mi amor, oh poseído cuerpo, oh cuerpo sólo sonido de mi voz poseyéndole. Junto a… quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente que, regando encerrada bellos miembros extremos, siente así los hermosos límites de la vida. Este poema lo sigue como fiel discípulo: ”al firme acantilado de tus curvas adonde iré arrastrándome en tus venas…” No la recorre en su epidermis ¡tan bella y deseable! Sino en inverso sentido: llegar a esa endulzada piel repasada tanto, por amantes y poetas, alcanzarla no desde fuera con las yemas temblorosas de los dedos, sino desde el interior mismo, bogando por dentro y amasarla por esa zona impenetrable a la torpe mano inexperta de inicial amante: y, convertido en faro su mirada, contemplar lo incontemplable, desde un adentro que sólo el Poema puede lograr en ese milagro de la Poesía que supera lo real, por ser aún más real. Y desde allí alzar en su ínfima menudencia de simple amante “las altas redondeces que dibujan tu escultura”… Allí donde mana el primario alimento del ser y, nutricia ella, enmama las pomas, chorreos, lágrimas de noche, blancas de luna en la doble luna de los pechos, espumoso líquido de los dioses, escurrido de líquidos primarios, fuentes de vida y amor, por ello… Toda Amada alimenta a su Amante porque es privilegio de Ella crear al mismo como un niño que ha de ir creciendo, óvulo fecundado, amor recién iniciado, y necesita de su alimento de Amor surgido de su Maternidad generosa en su donación de ser… Alguien ya ha cantado: El Amor es como un niño al que hay que enseñar a andar…”.Ya luego, muy luego, será el Amante quien, fecundando, alimente con su espumoso líquido de vida el fruto de ese inicial Amor, que en este Poema contempla el poeta-amador.

…y ahora, sí: ¡ya sí! llega el poeta, la voz poética, al centro mismo donde se detiene, en delicioso remanso, sin recodos, ni acantilados, ni torrenteras de ríos… en “el valle rumoroso de musgo humedecido (¡otra vez el líquido, la humedad, agua, sangre, o lunas escurridas!), jugoso guardián de tu horadada abertura, boca que es de otros labios plegados que se abren, donde es todo grito, canción, andante briosso ma non troppo” …”Lirio de Amor”…

Todo ha sido el camino que desciende a lo profundo, donde mana la vida en la fusión de dos manantiales… y esa abertura palpitante, viva, es una boca abierta que canta en grito briosso cuando sus propios labios que en boca la convierten, plegados antes, se abren… y se pliegan pronunciando así, lenguaje cósmico universal de todo ser, la primera y la última Palabra al recibirla de otros labios que sobre tal boca la pronuncian, en caricia, mordisco, beso, lengua obsesiva degustando… posándose perpetuos: “Amor te llama…Amor te llamas, toda tú entera y más en tal tu boca”… Y esa otra boca de la voz poética, mientras se afana en su quehacer enardecido, va “creando y recreando”, pasando y repasando, el Nombre de los Nombres: “Lirio de Amor”… Finura exquisita que “destila trino de pájaro” hasta “estallar las corolas de esa boca en redonda poma de ungüentos”… ¡Redondez!... chorreo de cuerpo que habla, “rumoroso” con el río de las venas habitadas… “espumoso líquido de dioses”, inagotable fuente de vida… “musgo humedecido”, “jugosa entrada”… donde, ya ciego de amor, deslumbrado ante tanta maravilla, pide una mano que lo guíe por el recto camino hacia ese palacio de cristal nacarado que fuese bautizado “Lirio de amor”.
¡Es la cima de la delicia! Así se cierra el poema sobre sí mismo. Así ambos amantes se pliegan sobre sí mismos. Por el Poema se abre y se cierra recordando su inicio. Los poemas-noria no acaban nunca. Giran siempre. En el Cosmos de Amor.

jm.- 31.08.005
13:23 hrs.

No hay comentarios: